Estuvo al borde de la muerte, tras una delicada operación en el páncreas en el que le extirparon un tumor. En la unidad de Cuidados Intensivos de un hospital en New Jersey, EEUU, permaneció tres meses, pero gracias a su fe fue recuperándose poco a poco.

Hoy, 10 años después, la guajira Nayi Guardiola se siente bendecida por la nueva oportunidad de vida que le brindó Dios y a la vez comprometida para ayudar a los más necesitados del caribe colombiano.

Su misión comenzó ayudando a las niñas del Hogar Santa Elena, del Barrio Abajo de Barranquilla, en agradecimiento a una religiosa con poder de sanación, que al enterarse de la gravedad de la dama colombiana, le envió al hospital una oración junto con un mensaje en el que le anunciaba que se salvaría. Actualmente, sigue siendo benefactora de esa institución.

A raíz de todo el sufrimiento que embargó a la familia, Kimberly, una de las dos hijas de Nayi, escribió entonces el libro de poemas ‘Cuando el dolor toca mi puerta’. Lo lanzó en la sede del Consulado de Colombia en New Jersey y los

recaudos los donó al hospital St Jude Children´s Research, donde atienden a niños de escasos recursos que padecen cáncer.

Nayi, quien reside hace 30 años en estado de New Jersey, emprendió por sí sola una campaña para beneficiar especialmente a la gente pobre recorriendo buena parte del Caribe Colombiano, con el apoyo de empresarios y ciudadanos de buen corazón en Estados Unidos. Ha llevado mercaditos, medicina, sillas de rueda y ropa a rancherías de La Guajira, a pueblos como Juan de Acosta, Santa Verónica, Leño, entre muchos otros.

Hace dos años creó la fundación Colombian American Goodwill Association para seguir ayudando a la comunidad de su país natal. Como uno de los objetivos es construir en Juan de Acosta un centro de recreación y rehabilitación para niños y jóvenes con discapacidad, hace algunas semanas organizó una cena de gala con la presencia de personalidades. Dicho centro llevará por nombre ‘Angelitos de Edilia’, en homenaje a su madre que murió a los 59 años víctima de violencia doméstica.

“Este proyecto estará listo el otro año. Ya tenemos el lote. A finales de noviembre estaremos en Barranquilla realizando una gala similar a la que organizamos en New Jersey. Algunos de los empresarios colombianos residentes en EEUU nos han ofrecido su apoyo, pero también necesitaríamos el respaldo de los barranquilleros. Porque con ese centro se van a beneficiar muchos jóvenes del Caribe”, explicó.